Ayer vi el final de una de las mejores series de la historia, una serie brillante que tuvo un final muy brillante, un final a la altura de la serie, los creadores de Breaking Bad han hecho una serie maravillosa, una obra maestra de principio a final y el final ha sido realmente bueno y francamente, era lo que me esperaba.
Otra serie también se despidió para siempre el pasado domingo y fue el caso de Dexter, que no voy ni a escribir una entrada comentado su final, puesto que fue realmente nefasto.
Pero no es el momento de hablar de Dexter ni de su patético final, sino para hablar del esplendoroso final de las aventuras de Walter White y Jesse Pinkman.
Toda la quinta temporada ha sido realmente bueno, pero me ha gustado mucho más la segunda parte de la quinta temporada que la primera parte y eso que también es buena, porque aquí todas las temporadas son buenas, unas mejores que otras, pero buenas, al fin y al cabo.
Los últimos ocho episodios de Breaking Bad no te han dejado ni un momento de pausa, han sido frenéticos y muy bien realizados y la caída de Walter White ha sido apoteósica, pero se ha ido luchando y con una pequeña victoria.
Al principio del episodio final nos encontramos con Walter robando un coche para volver a Alburquerque, y ahí vemos que el toma ya el control de todo es Heisenberg, Heisenberg se hará cargo de todo y la primera parada de Heisenberg es la ver a sus antiguos colegas de Gray Matter, que lo traicionaron y ahora él se vengará de ellos, no con sangre sino con dinero, quiere que cuando muere y cuando Walter Jr. cumpla los 18 les entregue los 9 millones de dólares que le queda y que no le digan que vienen de él, sino de ellos porque si no lo han los matarán.
Los amigos frikis de Jesse le dicen a Heisenberg que Jesse está vivo y Heisenberg descubre que hace meta azul mejor que él y es que el alumno ha superado al maestros y se reúne con Lydia y Todd y les pide una reunión con Jack y ellos aceptan y planean matar a Heisenberg en cuanto aparezca por allí, pero Heisenberg envenena con el ricino a Lydia, sin que ella se entere, que se entera al final porque se lo dice él.
Heinsenberg está en casa de Skyler y allí se despide de ella y está con su hija Holly por última vez y ve desde lo lejos a Walter Jr. sin decirle nada, puesto que Walter Jr. lo odia y le revela a Skyler el paradero de los cadáveres de Hank y de Steve y que él no los mató y que todo lo que ha hecho ha sido por él, por su ego.
Finalmente llegamos al clímax final donde Heinsenberg se reúne con los neo nazis liderados por el tío de Jesse, Jack, pero antes de eso vemos como Heisenberg prepara un fusil de asalto en el maletero de su coche y lo prueba en el desierto.
Una vez ve a Jack, éste quiere que lo liquiden y Heisenberg le grita que es un mentiroso y que no cumplió con su palabra de matar a Jesse, sino que se ha asociado con él y Jack no le gusta que le tomen por mentiroso y hace que le traigan a Jesse, que está completamente desfigurado y horrible dado a las palizas que le han metido tanto Todd y Jack y los demás y Heisenberg se avalancha sobre Jesse para protegerlo de las balas de su fusil que tiene en el coche que prácticamente mata a todos y deja moribundo a Jack, al que Heisenberg ejecuta sin piedad y Jesse mata ahorcando a Todd, para vengarse de la muerte de su novia y Heinsenberg le da su pistola a Jesse para que lo mate y éste duda, pero finalmente no lo hace porque ve que está ya medio muerto y se va y se despiden con la mirada.
Jesse es libre para empezar una nueva vida y Walter, enfermo terminal de cáncer y con una bala en el abdomen va hacia el laboratorio de metanfetamina que lo hizo rico y poderoso y que creó a Heisenberg y muere allí mientras que la policía llega al lugar.
Una final tremendo y espectacular para una de las mejores series que he visto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario