La nueva serie de FOX, Fringe, se va de vacaciones antes que su compañera de ruta, House, y estará de vuelta el martes, 20 de enero.
Comentaba el actor Lance Reddick, el misterioso Abaddon de Perdidos, que Fringe es “una serie de ciencia-ficción y acción que trata teorías sobre conspiraciones”. En ella, Reddick interpreta al ambiguo agente especial Phillip Broyles. Para cualquiera, el paralelismo con Expediente X es obvio, pero el actor niega la mayor: “En Fringe no hay extraterrestres, y la serie se centra en la falta de legislación para usar determinados avances tecnológicos y científicos”.
Lo cierto es que cada episodio plantea un fenómeno inexplicable de la llamada “ciencia fringe” (telepatía, invisibilidad, mutaciones...), que abre nuevas vías y cuyo desarrollo nos lleva directamente a tres conocidas obras: la del recientemente fallecido Michael Crichton (autor de Parque Jurásico), los episodios de En los límites de la realidad y, sí, también los capítulos de Expediente X. Tal y como propusiera en Perdidos, el gurú televisivo J. J. Abrams arranca Fringe con un impactante caso en el que un avión se estrella por causas desconocidas (los efectos especiales son una de sus bazas). La investigación correrá a cargo de Olivia Dunham (Anna Torv), la joven agente del FBI de la que Broyles desconfía, que pedirá ayuda a Peter Bishop (Joshua Jackson). Será precisamente el padre de éste, el doctor Walter Bishop (John Noble), un reputado científico aislado durante casi 20 años en un manicomio por sus teorías conspiratorias, quien aportará más a la investigación.
Los tres personajes descubrirán que detrás del extraño fenómeno está la empresa Massive Dynamic, que patenta gran parte de las tecnologías emergentes. Y hasta aquí podemos leer...
Fuente: Pizquita
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