jueves, 13 de agosto de 2009
España remonta y finalmente gana a Macedonia. 2-3
España, que llevaba dos años, desde agosto de 2007, sin encajar dos goles en medio tiempo, remontó en sólo diez minutos, los primeros de la segunda parte, el partido contra Macedonia, que se había puesto con una ventaja de dos a cero en la primera mitad. Del Bosque necesitaba un apuro así para terminar de convencerse de que España juega mejor con un delantero que con dos. Lo nuestro son los bajitos y Torres o Villa, tanto monta monta tanto. Pero España es elaboración, toque y aguijonazo. Jugar con dos delanteros nos obliga a sacrificar la pureza de ese estilo, y el seleccionador, aunque le duela, tiene que empezar a resolver ese conflicto de intereses.
Lo mismo que deja a Casillas en el banquillo para no herir a Reina y propiciar el estreno de Diego López (el noveno jugador que ha hecho debutar con España en las 16 convocatorias que lleva en el cargo) debería echarse a machete sobre ese problema. Todo lo que hace Del Bosque tiene un toque diplomático, pero cuando el hambre aprieta está permitido comer con las manos. Como anoche en Skopje.
Macedonia le pegó un buen meneo a España en la primera parte. Del Bosque salió con un equipo destinado a preservar el equilibrio del ecosistema, como ratifica la suplencia de Casillas, y eso está bien pero sólo mientras se gana. En la segunda mitad metió en el campo a Cesc y a Busquets, que estuvieron fabulosos en su arranque, y sobre todo a Riera, que marcó un golazo y que empieza a ser el mejor candidato para la banda izquierda, ahora que dice el seleccionador que escasean los zurdos.
Volviendo a Casillas, es extraño que Del Bosque, cuyo rasgo diferencial es que en todo lo que hace procura no molestar al vecino, le trajera hasta Macedonia tras un viaje intercontinental y su correspondiente cambio horario, para dejarle en el banquillo. Sinceramente, para eso hubiera sido mejor ahorrarle el esfuerzo y dejarle en Madrid para ayudar a su recuperación. Iker no supo hasta ayer que no iba a jugar. Así se despertó del jet-lag. De golpe. La grandeza de Casillas es que se toma esto a beneficio del equipo, y si lleva alguna procesión seguro que la lleva por dentro. Y así va a seguir.
El partido dejó algún rastro. Lo más notable los debuts de Diego López, que hizo un paradón que salvó a España del empate a tres, y el de Nacho Moreal. Además, un tiro al palo de Villa, que alcanzó su partido número 50 con la Selección y que recibió el correspondiente diploma de manos de Villar.
Golazo.
Pero lo más sobresaliente fue el golazo de Riera. Un zurdazo por la escuadra. El del Liverpool, que peregrinó por los equipos de la Liga y que terminó en Francia antes de ser recuperado para el escaparate por Rafa Benítez, lloró en el banquillo durante el minuto de silencio en memoria de Jarque y luego le dedicó su gol, un pepino. España volverá a juntarse en septiembre para recibir a Bélgica y Estonia con el objetivo final de cerrar el pase para el Mundial. El ensayo de anoche deja lectura: España juega más suelta y mejor con un punta que con dos. Y con Iniesta en puertas, ese dilema se hará mayor. A ver qué hace Del Bosque.
El detalle. Puyol, capitan gracias a Xavi
En ausencia de Casillas, la capitanía de la Roja le correspondía anoche a Xavi, que alcanzó su partido número 78. Pero el centrocampista del Barça, como ya hiciera en la Confecup, le cedió de nuevo el honor a su compañero Puyol, que llegó a 77 partidos.
Fuente: As
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